Saber cómo catar un vino de forma correcta es algo indispensable para cualquier aficionado que quiera disfrutar al máximo de esta bebida con tanta historia.
Realizar una cata, en las mejores condiciones, es todo un arte y un ritual en el que todos nuestros sentidos se ponen a trabajar, y aunque pueda parecer algo complejo, es un proceso que todo el mundo puede aprender a realizar.
Descubra los principales pasos a seguir para catar un vino de forma que pueda exprimir todas las sensaciones que una copa en sus manos puede ofrecer.
Pasos para catar un vino como un profesional
Paso 1: Preparación
El primer paso para catar un vino es un espacio adecuado. Realizar una buena preparación previa, cuyo primer requisito es escoger un lugar tranquilo y sin aromas fuertes que puedan mezclarse con los aromas del vino.
Asimismo, el vino debe servirse a la temperatura adecuada, ya que esta puede influir en su sabor y aroma. Los vinos tintos se sirven a temperatura entre 14 y 18 grados, mientras que los vinos rosados y blancos deben tomarse, en su mayoría, entre 10 y 12 grados.
Paso 2: Fase visual
Completados la preparación del lugar, las copas y un posible decantador, llega la hora de servir el vino en una copa de cristal fino. Llenándola hasta alcanzar un tercio de su capacidad. Sosteniéndola siempre sobre el tallo, para evitar calentar el vino con el calor de la mano. La copa debe ser de cristal transparente, lisa, con un fondo ancho y algo más estrecha en la parte superior para recoger los aromas.
Observe el color del vino inclinando ligeramente la copa sobre un fondo blanco o neutro. Los vinos tintos pueden variar desde tonalidades más claras, como el rubí, hasta tonos más oscuros, como el granate o el púrpura. Los vinos blancos, por su parte, pueden ser de color amarillo pálido, amarillo verdosos, e incluso dorados y ámbar.
Paso 3: fase aromática
Tras la fase visual, el ritual de cata de un vino nos lleva a apreciar su aroma, valorando en primer lugar la franqueza del mismo, puesto que existen vinos con aromas más pronunciados, y otros con olores más sutiles y delicados.
En este proceso de descubrimiento de los aromas es posible diferenciar tres categorías:
- Aromas primarios: son aquellos que están directamente relacionados con la variedad de uva utilizada. Trata de detectar los aromas frutales (cítricos, frutas tropicales, bayas, manzanas, etc) o notas florales, herbáceas o terrosas.
- Aromas secundarios: los aromas secundarios se desarrollan durante el proceso de fermentación y pueden provenir de la levadura utilizada o de la crianza en barrica. Busca aromas a levadura, pan, mantequilla, vainilla, coco, especias o notas ahumadas.
- Aromas terciarios: son los que se relacionan con el envejecimiento y la evolución del vino con el paso del tiempo. Estos pueden incluir notas de cuero, tabaco, cacao, café, especias, madera o notas de crianza como el humo o el cedro, aromas de fruta más compotada…
Otros aspectos a valorar vendrían a ser la complejidad aromática y persistencia.
Paso 4: Degustación
El último paso para catar un vino es descubrir las sensaciones en boca y el refuerzo de los aromas o descubrimiento de unos nuevos al introducir un poco de aire en la boca a través del vino. Este pequeño ejercicio, permite que vía retronasal afloren aún más los aromas que descubrimos en la fase aromática.
Para degustar un vino tome un pequeño sorbo y muévalo por toda su boca. De forma similar a lo que ocurre con los aromas, en este paso puedes detectar el sabor inicial del vino, así como los sabores primarios, secundarios y terciarios.
Notará su dulzor, las sensaciones tánicas de la variedad y la Crianza, la fresca acidez en las papilas gustativas, la intensidad de los aromas, el cuerpo, esa sensación de volumen y de boca plena al saborearlo, y un final que cuanto más largo sea más memorable será su recuerdo tras cada trago.
Después de probar el vino, evalúe su sabor en conjunto y el equilibrio de los diferentes elementos: el cuerpo, la acidez, los taninos y el alcohol. ¿Tiene un cuerpo ligero, medio o completo? ¿La acidez es refrescante y equilibrada? ¿Los taninos son suaves, firmes o astringentes? ¿El alcohol está equilibrado o domina los demás componentes?
De todos modos, la calidad de un vino, sus sensaciones, historias, recuerdos que generan, se disfrutan especialmente con la mejor compañía, con una gastronomía adecuada al tipo de vino, y tiempo por delante para conversar sobre el y con él.
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