Tipos de uva: de mesa y para vinificación

La diferencia entre uva de mesa y la dedicada a la elaboración del vino parte del destino para el que se cultivan. La uva de vinificación se selecciona por su capacidad de concentración, equilibrio ácido y potencial aromático. La uva de mesa prioriza textura, tamaño y aspecto. Aunque ambas pertenecen a Vitis vinifera, sus criterios de cultivo, rendimiento y madurez responden a finalidades distintas. 

En las zonas vitivinícolas donde Solar de Samaniego desarrolla su actividad, Rioja Alavesa y Ribera del Duero, estas distinciones se acentúan por la necesidad de obtener uvas con estructura fenólica suficiente para vinos longevos y crianza.


¿Se puede hacer vino con uva de mesa?

Desde un punto de vista técnico, se puede hacer vino con uva de mesa, pero el resultado dista de la calidad enológico esperada. Suelen presentar:

  • Menor concentración de azúcares fermentables.
  • Acidez insuficiente para lograr estabilidad.
  • Pieles más finas, con poca carga de antocianos y taninos.
  • Aromas simples y escasa complejidad varietal.

Estas características limitan la obtención de un vino equilibrado. La fermentación es posible, pero el perfil sensorial será plano y con poca estructura. Por ello, su uso no se contempla en bodegas que buscan precisión y regularidad en sus elaboraciones.


Principales diferencias entre la uva para vinificar y la uva de mesa

Las diferencias entre ambas responden a factores agronómicos, fisiológicos y enológicos.

  1. Objetivo de cultivo:
    • Uva para vino: concentración, equilibrio y capacidad de transmitir el carácter del terroir.
    • Uva de mesa: aspecto, tamaño uniforme, pulpa firme y facilidad de consumo.
  2. Composición:
    • Azúcares: en la uva usada para la elaboración de vino, la madurez busca suficiente glucosa y fructosa para garantizar un grado alcohólico adecuado; en la uva de mesa, la acumulación es menor.
    • Acidez: la uva de vinificación conserva mejor acidez por manejo del viñedo y vendimia más temprana.
    • Fenoles: las pieles de la uva de mesa carecen de la concentración necesaria para aportar estructura, color y longevidad.
  3. Manejo del viñedo:
    • Uva para vino: rendimientos controlados, poda orientada a limitar racimos, búsqueda de equilibrio hídrico.
    • Uva de mesa: rendimientos más altos y prácticas dirigidas a obtener racimos voluminosos y estéticos.
  4. Resultado enológico:
    • Uva para vino: permite elaborar vinos estables, complejos y con potencial de guarda.
    • Uva de mesa: fermenta, pero no sostiene vinificaciones de calidad debido a su baja estructura y escasa expresión aromática.

Enoturismo

Visitar bodega en Rioja

Visitar bodega en Ribera del Duero