Diferencias dentro de los vinos tintos

Saber detectar la diferencia entre vinos tintos en cuanto a su grado de envejecimiento y las uvas utilizadas en su elaboración únicamente examinando su aspecto, aroma y sabor,
es una habilidad muy valorada en cualquier cata.

Sin embargo, esto no es nada sencillo, y requiere de bastantes conocimientos teóricos y muchísima práctica para conseguir detectar todos los contrastes de una u otra botella.

Por suerte, desde el Grupo Solar de Samaniego hemos preparado este artículo en el que teindicamos cuáles son las principales diferencias entre vinos tintos Crianza, Reserva y Gran Reserva, así como las características de los vinos elaborados con uvas Tempranillo, Cabernet Sauvignon y Merlot.

Los vinos tintos Crianza representan el primer escalón en el proceso de envejecimiento de un vino.

Conocidos sobre todo por su frescura y vitalidad, suelen ser ideales para habituar el paladar al sabor del vino tinto, introducirse en la cultura enológica y empezar a apreciar mejor las características y propiedades de los caldos más envejecidos.

Hablando de la edad del vino, el tiempo de envejecimiento de los tintos Crianza es de un año en barrica como mínimo, más otros 6 - 12 meses en botella antes de salir al mercado.

Como resultado, se obtienen unos vinos de color rojo intenso, y que poseen un perfil de sabor fresco y afrutado, con una estructura ligera o media y una acidez muy equilibrada.

Como se puede intuir, la principal diferencia entre vino tinto Reserva y Crianza es el tiempo de envejecimiento. Siendo, en el caso que nos ocupa, de 36 meses (12 en barrica y 24 en botella).

Así, los Reserva llevan un paso más allá el nivel de sofisticación y complejidad de esta bebida, adoptando un carácter más refinado, un abanico de sabores más profundos y complejos, y un aspecto que recuerda al rojo de las cerezas o el granate.

Este tiempo de envejecimiento extra dota a estas botellas de una estructura más pronunciada que los vinos Crianza, así como de unos taninos suaves e integrados y ciertas notas asociadas a la madera de las barricas (frutas maduras, vainilla, cuero, especias…)

El sello Gran Reserva es la cúspide de la excelencia en la crianza y la dedicación artesanal.

Los vinos tintos de esta categoría envejecen en barrica durante al menos 2 años, más 36 meses adicionales en botella antes de salir al mercado. Lo cual da como resultado que los sabores se integren completamente y que los taninos se suavicen, creando vinos de una profundidad y complejidad excepcionales, que se identifican por su color rojo teja.

En cuanto a su perfil de sabor, cabe indicar que los vinos tintos Gran Reserva pueden llegar a mostrar una gama de aromas y sabores muy compleja, que van desde la fruta madura hasta las especias, pasando por notas terrosas e incluso ahumadas.

Además, poseen una estructura robusta y refinada, con taninos sedosos y una acidez vibrante que proporciona equilibrio y elegancia.

El vino Tempranillo se elabora con uvas de esta misma variedad, una de las vides más utilizadas en España. Sobre todo, en Rioja y Ribera del Duero.

Estos vinos se caracterizan por poseer unos taninos suaves, y un sabor y aroma que recuerda a frutas como la fresa, ciruela, frutas rojas maduras. Con sutiles toques de especiados, torrefactos, chocolate o vainilla tras la crianza.

Asimismo, debido a su acidez equilibrada y taninos moderados, ofrecen una gran versatilidad y pueden maridar muy bien con una amplia variedad de platos: tapas, carnes a la parrilla, guisos, embutidos, quesos semicurados y demás.

Aunque las uvas Cabernet Sauvignon son originarias de la región francesa de Burdeos, se han extendido a muchos otros territorios debido a su gran capacidad para adaptarse a diferentes climas y suelos y, por supuesto, a la gran calidad de los vinos que producen. El vino Cabernet Sauvignon de calidad es potente y estructurado, e integra sabores profundos y complejos que sugieren frutas negras (cassis, ciruelas y mora) y notas de cedro, tabaco y pimienta negra. Su acidez y taninos, se definen como vibrantes y firmes.

Como maridaje, estos caldos casan de forma excelente con carnes rojas, estofados, quesos duros como el cheddar y el parmesano, y con platos aderezados con salsas intensas y condimentadas.

¿En qué se diferencian los Merlot de los vinos Tempranillo y Cabernet Sauvignon?

Las uvas de la variedad Merlot producen vinos de sabor afrutado y que resultan muy suaves y fáciles de beber. Por lo tanto, el vino Merlot de calidad es una opción muy aconsejable para aquellos que desean iniciarse en el mundo del vino.

En boca, despliegan sabores propios de las frutas rojas y notas herbáceas y especiadas. Mientras que por el otro lado, su acidez moderada y taninos equilibrados terminan por redondear el producto, dando como resultado un vino exquisito y amable al gusto.

Por último, cabe destacar que son un muy buen complemento para acompañar todo tipo de carnes blancas, cerdo, pastas con salsa roja, pizzas, quesos suaves y otros platos propios de la cocina mediterránea.

Esperamos que le haya resultado interesante, pero sobre todo, útil para saber cómo detectar la diferencia entre vinos tintos en cuanto a su grado de envejecimiento y algunos de las variedades de uva más comunes.

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