La ciudad de Logroño es una de las más turísticas de España, y está considerada como uno de los lugares imprescindibles para los amantes del enoturismo.

Es una ciudad atravesada por el río Ebro en su parte norte, que entre sus principales virtudes cabe destacar la cultura del vino y de la gastronomía, el Camino de Santiago, su emblemático Casco Antiguo medieval o el carácter de ser la Primera Ciudad Comercial de España. 

Y, como capital de La Rioja, hablar de Logroño es sinónimo de grandes vinos. Y es que Logroño cuenta con un gran número de bodegas que harán las delicias de los amantes del buen vino. 

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Un lugar idóneo para disfrutar de una escapada si nunca ha tenido la oportunidad de conocerla. En este post le contamos qué ver en Logroño con el objetivo de organizarle un itinerario que le permita descubrir y disfrutar de los principales atractivos de la ciudad riojana. 

¿Qué hacer en Logroño? Es probable que vaya a viajar a la capital riojana próximamente pero desconozca qué puede hacer o qué debería priorizar durante su visita. Porque todo dependerá del tiempo que tenga disponible. 

Conscientes de ello le traemos siete actividades que hacer en Logroño con opciones variadas para todos los gustos que le permitirán confeccionar un completo itinerario en función de la idea que tenga pensada.

La famosa y emblemática calle Laurel es el epicentro de la gastronomía logroñesa, siendo una parada obligada si va a visitar Logroño próximamente. 

Es la calle más popular y turística, con más de 60 bares en los que podrá degustar la gastronomía riojana en su máximo esplendor a base de pinchos míticos como las migas, los matrimonios, los rotos o los champis, así como los mejores vinos Rioja. 

Considerado uno de los símbolos de la ciudad, el Puente de Piedra es el lugar idóneo para obtener una vista panorámica de la ciudad, siendo una de las fotos más míticas entre los turistas, desde donde podrá capturar unas impresionantes vistas del río y el casco antiguo. 

Se trata de un antiguo puente que se eleva sobre el río Ebro y tiene una gran importancia para los logroñeses, hasta el punto de que aparece en el escudo de Logroño.

Construida durante el siglo XVI, la Concatedral de Santa María es uno de los edificios más curiosos y emblemáticos de Logroño, que se ensalza sobre una zona pantanosa, muy cercana del río Ebro. 

Un imprescindible si no sabe qué ver en Logroño en un día, combina elementos góticos y barrocos en su arquitectura, siendo una de las principales joyas arquitectónicas de la ciudad que actualmente conserva “El Calvario”, un cuadro atribuido a Miguel Ángel que fue un regalo para su cercana amiga Vitoria Colonna. 

Una visita obligada para los amantes de la naturaleza: el parque del Espolón, construido a principios del siglo XIX, es la zona más verde de la ciudad de Logroño. 

El principal emblema de este parque es la estatua ecuestre del general Espartero, que estaba casado con la logroñesa Jacinta Martínez de Sicilia. Fue uno de los matrimonios más queridos por los logroñeses. 

Situado en la plaza de San Agustín, el Museo de La Rioja le permitirá hacer un viaje a través de la rica historia y la cultura riojana mediante una selecta colección de arte, arqueología y elementos históricos que le proporcionarán una profunda visión de la región.

Además, el Museo de La Rioja está instalado en un palacio construido a mediados del siglo XVIII por Don Pedro Ruiz de la Porta, de estilo barroco, que en sus inicios fue propiedad de Jacinta Martínez de Sicilia, duquesa de la Victoria y esposa del general Espartero, donde ambos residieron tras contraer matrimonio. 

El casco antiguo de Logroño está repleto de "calados", que es el término utilizado en Rioja para referirse a las bodegas que se encuentran debajo de las casas. 

Algunos de estos calados son especialmente notables debido a su considerable tamaño, como el calado de San Gregorio del siglo XVI que se extiende a lo largo de 30 metros y presenta una impresionante bóveda de cañón. Otro calado que llama la atención es el que se ubica en el antiguo palacio de los Yanguas, que actualmente alberga el Centro de la Cultura de La Rioja.

Si es un amante del vino no puede dejar de visitar las Bodegas Solar de Samaniego situadas en Rioja Alavesa, subzona de la Denominación de Origen Rioja, al oeste de Logroño, al margen norte del río Ebro, en las estribaciones de la cordillera Cantábrica. 

Un verdadero tesoro donde podrá vivir una experiencia de enoturismo única, la bodega recibió el premio a “Mejor Experiencia Enoturística en las Rutas del vino de España” en 2020 además de otros muchos reconocimientos. 

Con más de 80 hectáreas de viñedos propios, es una excelente oportunidad para probar desde vinos Rioja joven, ideales para consumir durante su primer año de elaboración, a vinos Rioja Reserva o vinos Rioja Crianza. 

Las Bodegas Solar de Samaniego cuentan con diferentes experiencias enoturísticas, pudiendo realizar su reserva para visitar la bodega de forma online seleccionando la experiencia que más le apetezca. Será una visita inolvidable. 

Lo cierto es que todas las actividades que hemos comentado también se pueden hacer en Logroño en invierno, de hecho, este itinerario le servirá independientemente de la época del año en que decida visitar la ciudad. 

En definitiva, Logroño es una ciudad llena de historia, cultura y sabor que es sinónimo de vino. Desde explorar su casco antiguo, hasta degustar la deliciosa gastronomía y el vino Rioja, lo cierto es que esta encantadora ciudad riojana ofrece posibilidades para todos los públicos. Anímese a descubrir Logroño y déjese seducir por su encanto.