Cueva del Raposo es un vino de parcela que se elabora con uva Tinta del País y Cabernet
Sauvignon
procedente de la finca Valderil, un viñedo único situado a los pies de la bodega donde
habitan pequeñas
manadas de astutos zorros rojos.
Es un vino que no se rige por las normas de envejecimiento del Consejo Regulador de la
Denominación de
Origen Ribera del Duero, sino que realiza la crianza necesaria para potenciar las
singularidades de cada
añada.
Vino de parcela con suelos arcillosos, calizos y arenosos.
Selección de racimos de nuestra Finca Valderil.
Un vino reflejado de algo grande que traerá muchas sorpresas.
Cueva del Raposo hace referencia a los astutos zorros que pasean por los pinares del paisaje castellano que rodea la bodega y las proximidades de nuestros viñedos.
Luce un atractivo e intenso color rojo granate y ribetes del mismo color. En nariz presenta una intensidad aromática alta, con aromas de fruta roja madura y notas golosas propias de la barrica. Fondo mineral, balsámico y complejo. En boca es sabroso, con taninos redondos y frescor agradable al paladar. Final sabroso, aterciopelado y con gran concentración de fruta. Es un vino muy equilibrado, redondo y largo que invita a más.
Valderil es una finca de 22 hectáreas situada en el término municipal de Roa, a los pies de la
bodega. Es un
viñedo que permite realizar una exhaustiva selección de racimos por microparcelas, especialmente
en las
laderas con ligera pendiente, orientada al norte y sur, arquetipo de la calidad del terreno de
Roa.
Roa y su entorno se enmarcan en el corazón de la Ribera del Duero de Burgos. Se trata de un área
con larga
tradición en el cultivo de la vid que se remonta a la época prerromana y con un enorme prestigio
en la
actualidad.
En este lugar es donde la Tinta del País alcanza nuestra expresión deseada: complejidad, energía
y finura al
mismo tiempo, junto a una magnífica capacidad de envejecimiento. Heterogeneidad de suelos,
potencial y
complejidad de su Tinta del País, además de por ser un área fresca de la D.O., condición
necesaria para
elaborar el estilo de vinos que queremos.
Cueva del Raposo es la expresión de una preciosa parcela de viña enraizada a los pies de la loma
donde se
asienta la bodega. Es un vino que se empieza a elaborar tras comprobar durante años el gran
potencial de la
parcela Valderil, su carga frutal y evolución de las vides de Tinta del País plantadas hace más
de 30 años.
Un relato líquido de la historia y el paisaje de Roa de Duero
Después de más de 20 vendimias en Rioja elaborando vinos clásicos y elegantes basados en la
variedad
Tempranillo, el Grupo Solar de Samaniego decidió establecerse en Ribera del Duero para elaborar
vinos tintos
que reflejaran la espléndida finura y categoría de la Tinta del País en el clima continental de
los páramos
burgaleses. Un lugar con larga tradición en el cultivo de la vid que se remonta a la época
prerromana.
Con la bodega situada sobre una loma rodeada de 100 Has de viñedos propios, se otea la ribera
del Río Duero
y se descubren los grandes hitos que allí se relataron. Un emplazamiento con un tesoro oculto
bajo sus
cimientos: un singular, por innovador, taller de fundición de campanas registrado en los
tratados medievales
sobre metalurgia - concretamente los recopilados en el siglo XII por el monje benedictino
Teófilo-. Uno de
los ejemplos más antiguos de tecnología de fundición de campanas caracterizado
arqueológicamente, cedido a
la Diputación de Burgos.
Ese espíritu renovador, esa atmósfera de progreso que inspira y sustenta el proyecto se une a la
mirada de
una Castilla resultado del trabajo de la tierra y la sencillez. Un ejemplo de paisaje recio y
profundo,
hondo como las raíces de las vides que buscan el horizonte calizo.
Sus vinos cuentan una leyenda que permite leer y sentir el paisaje que rodea las parcelas de
viñedo. Relatos
líquidos para conocer las tradiciones, memorias y crónicas de un lugar.
Sus vinos cuentan una leyenda que permite leer y sentir el paisaje que rodea las parcelas de
viñedo. Relatos
líquidos para conocer las tradiciones, memorias y crónicas de un lugar.
Se continúa así con el testimonio de un lugar preñado de hondas repercusiones históricas, eco de
la historia
de España. Esta sobriedad y austeridad fue fuente de inspiración de los autores místicos y de la
Generación
del 98: Antonio Machado, Azorín, Unamuno...
Tierra nervuda, enjuta, despejada, madre de corazones y de brazos, toma el presente en ti
viejos colores
del noble antaño.
Castilla, de Miguel de Unamuno.